Powered By Blogger

Asi soy

Mi foto
Igual que tu, por que? Tendría que ser diferente, eso si, dejame decirte que soy una mujer con una GRAN fortuna, DIOS me obsequio el tesoro más hermoso...Julio César me bendice cada día con su sonrisa y antes de él...Mi periodismo y mis investigaciones me han convertido en lo que soy... Si alguien me pregunta, pues sí, volveria a estudiar PERIODISMO...

domingo, 1 de marzo de 2009


Añoramos la seguridad…la compañía

Definitivamente podemos estar con decenas de personas alrededor y la soledad que sentimos es abrumadora, cuando hablamos o queremos estar con alguien no solo es para amar, no solo es cuestión de placer físico, de sexo, buscamos algo mas aunque en el fondo nos neguemos a reconocerlo, queremos caricias, sensaciones, experiencias únicas y enriquecedoras en todo sentido, pero también buscamos ese ser complementario que pueda dar los buenos días o las buenas noches… no solo de vez en cuando, sino cada vez que lo deseemos o necesitemos.
Si es verdad que la madurez es una etapa de la vida excitante, sin embargo en ocasiones no podemos escapar de esas ganas de sentir de igual forma y con la misma intensidad que cuando somos “menos maduros”.
Son muchas las etapas por las que atravesamos y en cada una de ellas las sensaciones son diferentes, en el caso de esas relaciones maduras, son tan claras que terminan obstinándonos o nop?... seamos sinceros, si no nos llena de pensamientos, complicaciones no nos hace feliz.
Terminamos estando tan claros; que en el momento que intentamos complicar las cosas tenemos la capacidad de decir no. “No podemos - así que mejor cruzamos la calle”. Cuando eso ocurre, estamos siendo sinceros con nosotros mismos o sencillamente nos estamos negando a seguir viviendo esa experiencia que nos encanta, que nos gusta, que nos llena de vitalidad y nos hace correr a tomar el celular cada vez que suena esa melodía seleccionada especialmente para ese ser… ojo, que no es quien da los buenos días cuando lo deseamos o lo necesitamos, sino sólo de vez en cuando.
Como dice mi amichi, esa seguridad y compañía que todos añoramos y que tanto deseamos. Sabemos que la encontraremos en un momento determinado, pero mientras tanto seguimos viviendo, seguimos adelante esperando no equivocarnos y haciendo todo de la mejor forma.
No nos convirtamos en esos monstruos que tienen tanto miedo a la soledad, que no soportan ni mirarse a los ojos al colocarse frente a un espejo, sigamos siendo esos seres vivos, felices que hemos sido, regalando sonrisas a nuestros seres queridos, viviendo lo que Dios nos regala cada día y pidiendo, pidiendo BIEN… no sabemos cuando están por darnos… no es broma… la vida nos regala oportunidades cada día, no las perdamos por simples estupideces.
Nos ahogamos en un mar de pensamientos sin sentido, ¿para que? Para nada, para seguir viviendo igual, entonces asume esa madurez para dejar que el tiempo pase y que la vida y la providencia te lleven hasta donde está la Felicidad y la Prosperidad que están allí esperando por Ti.
Olvidemos la felicidad plena, vivamos cada día como el último y seremos realmente felices, seamos mejores personas sin llegar a ser mojigatos o pajuatos, seamos humanos y dejemos vivir a los demás.