Las oportunidades de la Vida
Me encanta poder volver… hace mucho que no escribo si es verdad, eso no quiere decir que no hubiese sido necesario, sólo es cuestión de tiempo y de tiempo…
Mis cosas no han variado mucho, la rutina me envuelve con mucha frecuencia, sigue ahogándome en ocasiones y hasta me saca de mis casillas, sin embargo existen momentos en la que añoro esa tranquilidad, esos días esas mañanas.
Las etapas que vivimos nos demuestran que en cada una de ellas, tenemos diversas oportunidades, que la vida y el destino, o el nombre que quieran darle, nos ofrecen diversos escenarios propicios para salir adelante, incluso después de una caída.
Es cierto que no estoy descubriendo el agua tibia, solo que es importante reconocer que a pesar de los días difíciles y las experiencia amargas, Dios nos permite ver la luz en medio de un chaparrón de agua y nos presenta seres maravillosos que nos regalan sus sonrisas, ideas y hasta tiempo. Son precisamente esos momentos que llenan nuestra existencia de felicidad, tal y como lo he compartido en otros textos, la felicidad viene en esos pequeños momentos que nos hacen sentir bien, felices y satisfechos.
Este nuevo año, segura estoy que viene cargado de cosas y momentos magníficos, pero también es un año de decisiones y de oportunidades maravillosas que no podemos dejar pasar, ni por temor ni por miedos a los cambios, puede representar un piso firme para el futuro.
Sigo aprendiendo cada día que la fortaleza que necesitamos nos la damos nosotros mismos y los seres mágicos que tenemos alrededor y esos que “aparecen” cuando menos lo esperamos; pero que definitivamente llegan en el mejor momento…
No se cuanto tiempo, pero como he dicho con anterioridad es cuestión de vivir, esperar y poder tener la suficiente valentía para decidir aceptar una nueva oportunidad de vida, aunque por dentro estemos muriendo de temor, de miedo, de inseguridad y dudas, lo más importante es asumir que podemos tener, a pesar de todo, una nueva oportunidad.
Me encanta poder volver… hace mucho que no escribo si es verdad, eso no quiere decir que no hubiese sido necesario, sólo es cuestión de tiempo y de tiempo…
Mis cosas no han variado mucho, la rutina me envuelve con mucha frecuencia, sigue ahogándome en ocasiones y hasta me saca de mis casillas, sin embargo existen momentos en la que añoro esa tranquilidad, esos días esas mañanas.
Las etapas que vivimos nos demuestran que en cada una de ellas, tenemos diversas oportunidades, que la vida y el destino, o el nombre que quieran darle, nos ofrecen diversos escenarios propicios para salir adelante, incluso después de una caída.
Es cierto que no estoy descubriendo el agua tibia, solo que es importante reconocer que a pesar de los días difíciles y las experiencia amargas, Dios nos permite ver la luz en medio de un chaparrón de agua y nos presenta seres maravillosos que nos regalan sus sonrisas, ideas y hasta tiempo. Son precisamente esos momentos que llenan nuestra existencia de felicidad, tal y como lo he compartido en otros textos, la felicidad viene en esos pequeños momentos que nos hacen sentir bien, felices y satisfechos.
Este nuevo año, segura estoy que viene cargado de cosas y momentos magníficos, pero también es un año de decisiones y de oportunidades maravillosas que no podemos dejar pasar, ni por temor ni por miedos a los cambios, puede representar un piso firme para el futuro.
Sigo aprendiendo cada día que la fortaleza que necesitamos nos la damos nosotros mismos y los seres mágicos que tenemos alrededor y esos que “aparecen” cuando menos lo esperamos; pero que definitivamente llegan en el mejor momento…
No se cuanto tiempo, pero como he dicho con anterioridad es cuestión de vivir, esperar y poder tener la suficiente valentía para decidir aceptar una nueva oportunidad de vida, aunque por dentro estemos muriendo de temor, de miedo, de inseguridad y dudas, lo más importante es asumir que podemos tener, a pesar de todo, una nueva oportunidad.
